Gianni Infantino, Arabia Saudí y los sueños más ambiciosos del fútbol moderno se entrelazan en el escenario del Mundial de Clubes. Lo que podría haber sido la perfecta historia de un regreso de Cristiano Ronaldo se queda, irónicamente, como una nota al pie. Sin embargo, esto no significa que la rica nación de Oriente Medio no haya dejado claro su sello y su ambición en el mundo del fútbol.
Un movimiento que no fue: ¿Por qué Ronaldo no apareció en el Mundial de Clubes?
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, intentó personalmente abrir la puerta a una posible participación de Cristiano Ronaldo en el Mundial de Clubes, promoviendo la posibilidad a través de una entrevista con la estrella de YouTube, iShowSpeed. Infantino dejó entrever que la recientemente creada ventana de transferencias para este torneo permitiría a clubes interesados contratar temporalmente al astro portugués.
En teoría, el camino estaba despejado. El contrato de Ronaldo con el club saudí Al-Nassr podía ser un puente hacia un acuerdo de corto plazo, especialmente considerando su rol clave como representante simbólico del movimiento ambicioso de Arabia Saudí por captar a las grandes estrellas del fútbol en los últimos años. Pero no sucedió.
Las especulaciones giraban en torno a Al Hilal, el club más exitoso del país y único representante saudí en el torneo. Sin embargo, la rivalidad entre Al-Nassr y Al Hilal, ambos clubes de Riad, frenó cualquier posibilidad real. Incluso con el respaldo financiero del fondo soberano saudí, que tiene acciones en ambos equipos, la idea no prosperó.
Una estrategia que reescribe las reglas del deporte global
La negativa de Al Hilal no significa que Arabia Saudí haya frenado su obsesión por redibujar el mapa global del deporte. El reino ha demostrado una capacidad única para convertir lo improbable en posible, transformando disciplinas como el golf, el boxeo, la Fórmula 1 y el tenis, y ahora, dirigiendo su mirada hacia el fútbol con espectaculares inversiones y logros.
Desde la compra del Newcastle United en la Premier League hasta asegurar los derechos para albergar el Mundial de 2034, sin olvidar el flujo constante de jugadores estrella contratados por su liga nacional, lo de Arabia Saudí no es un capricho pasajero. Las cifras hablan por sí mismas: una inversión reciente de 1.000 millones de dólares en el gigante de la transmisión DAZN y una asociación comercial con la FIFA son solo la punta del iceberg.
El Mundial de Clubes se convierte, así, en su última oportunidad para demostrar al mundo su influencia. Para Al Hilal, el desafío no es menor: medir fuerzas contra gigantes como el Real Madrid, sinónimo de historia y éxito en el fútbol europeo.
Fichajes estrella con impacto desigual
En el pasado reciente, Al Hilal ha realizado movimientos llamativos en el mercado de fichajes. Desde pagar 94 millones de dólares por Neymar en 2023, hasta contratar a una pléyade de jugadores destacados como João Cancelo, Kalidou Koulibaly o Rúben Neves. Sin embargo, esta vez, el torneo llega con menos resonancia en términos de incorporaciones.
El intento por atraer a figuras como Bruno Fernandes, Victor Osimhen o Darwin Núñez no logró materializarse antes de que el equipo viajara a Miami. Y la inesperada salida de Neymar en enero, tras una desafortunada lesión de ligamentos, dejó un vacío notable en el plantel.
A pesar de ello, el club ha hecho una declaración de intenciones con la llegada del técnico italiano Simone Inzaghi, que recientemente dejó su puesto en el Inter de Milán. Con su fichaje, Inzaghi busca elevar el perfil internacional del club y, en sus propias palabras, abandonar su «zona de confort» para liderar este ambicioso proyecto.
Arabia Saudí, una potencia emergente que desafía el status quo
El choque entre el Real Madrid y Al Hilal puede leerse como un enfrentamiento entre el viejo orden del fútbol y una fuerza disruptiva que no deja de ganar influencia. Mientras el Real Madrid encarna la tradición y el éxito consolidado, Arabia Saudí está reescribiendo las reglas gracias a su amplio poder financiero y estratégico.
El entrenador del Madrid, Xabi Alonso, lo expresó claramente: «A veces nos enfocamos demasiado en Europa y creemos que no hay nada más allá. Estamos demasiado centrados en Europa», dijo. Es este cambio de perspectiva, precisamente, lo que Arabia Saudí se esfuerza por promover, abriendo nuevas fronteras en el panorama global del fútbol.
El Mundial de Clubes no solo marcará un capítulo importante para el deporte saudí, sino que también será otra señal de los crecientes desafíos a las estructuras tradicionales del fútbol internacional. Es solo cuestión de tiempo para que el mundo entero comprenda el impacto completo de esta revolución.