Una nueva tragedia migratoria golpeó este miércoles las costas españolas cuando una embarcación con 159 personas a bordo volcó durante su desembarco en el puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro. El incidente se cobró la vida de siete personas, todas mujeres y niñas, y dejó varios heridos en estado grave.
El drama del desembarco
La tragedia ocurrió cuando los ocupantes del cayuco se concentraron en uno de los lados de la embarcación durante el desembarco, provocando su vuelco. Entre las víctimas mortales se encuentran cuatro mujeres adultas, una adolescente de 16 años y dos niñas de 5 años. Ocho personas más, todas mujeres y niños, fueron hospitalizadas, tres de ellas en estado grave.
Una operación de rescate compleja
La embarcación había sido localizada a 6 millas de La Restinga y escoltada hasta el puerto por Salvamento Marítimo. El momento del desembarco, considerado el más delicado de la operación, se complicó por las precarias condiciones de seguridad de la embarcación y su sobrecarga. La respuesta al accidente movilizó a múltiples servicios de emergencia, incluyendo personal de Salvamento Marítimo, policía, Cruz Roja y hasta clubes locales de buceo.
Llamada a la reflexión
Alpidio Armas, jefe del Gobierno de El Hierro, expresó su frustración ante la tragedia: «No puede pasar que salgamos a 200 millas o a 25, a recoger una patera y que cuando llegue a las puertas se nos muera la gente en el muelle». Por su parte, el presidente español Pedro Sánchez calificó el suceso como un drama que «debería conmovernos a todos», subrayando la necesidad de una respuesta humanitaria.
El contexto de la crisis migratoria
Este incidente se produce en un momento en que las llegadas a Canarias han disminuido respecto al año anterior. Hasta mediados de mayo de 2025, se registraron 10.882 llegadas, un 34,4% menos que en el mismo periodo de 2024, cuando se alcanzó un récord histórico de 46.843 migrantes. Sin embargo, las cifras de víctimas mortales siguen siendo alarmantes: según la ONG Caminando Fronteras, más de 10.457 personas perdieron la vida o desaparecieron en 2024 intentando alcanzar las costas españolas.
Un desafío humanitario persistente
España, junto con Italia y Grecia, continúa siendo una de las principales puertas de entrada a Europa para la migración irregular. La ruta atlántica hacia las Islas Canarias, particularmente peligrosa, sigue cobrándose vidas a pesar de los esfuerzos por mejorar los sistemas de rescate y prevención. Esta última tragedia subraya la urgente necesidad de abordar la crisis migratoria desde una perspectiva más amplia y humanitaria.
La embarcación transportaba un total de 159 personas: 32 menores, 49 mujeres y 78 hombres. Su punto de partida aún no ha sido determinado, añadiendo otra incógnita a esta tragedia que vuelve a poner de manifiesto los riesgos mortales que enfrentan quienes buscan alcanzar las costas europeas.