La paz de una típica mañana dominical en Colombia se vio interrumpida por un temblor seco y prolongado que alarmó a miles de personas. El sismo, con epicentro en Paratebueno, no solo dejó daños materiales, sino que también despertó preguntas: ¿por qué se sintió tan fuerte? ¿Por qué duró más de lo habitual? A continuación, analizamos las explicaciones brindadas por los expertos del Servicio Geológico Colombiano (SGC).
Un temblor de magnitud 6,5 sacude a Colombia
El pasado domingo 8 de junio de 2025, un potente sismo de magnitud 6,5 estremeció varias regiones del interior del país. Con el epicentro ubicado en Paratebueno, una localidad del departamento de Cundinamarca, este fenómeno fue ampliamente percibido en ciudades como Bogotá, Villavicencio y otras localidades de los departamentos de Meta, Boyacá y Antioquia.
El evento sísmico ocurrió a las 8:08 de la mañana, según reportó el SGC. Las ondas provocaron no solo la evacuación de edificios, sino una oleada de réplicas —252 hasta la fecha— que mantuvieron a la población en alerta constante.
Además de generar daños significativos en viviendas, iglesias y carreteras, el movimiento telúrico dejó sin acceso a servicios básicos como agua y luz a los habitantes de Paratebueno. Este terremoto subrayó no solo la vulnerabilidad de la región, sino también la importancia de entender los factores que influyen en este tipo de fenómenos.
¿Por qué el temblor duró tanto tiempo?
Una de las características que más desconcertaron a la población fue la duración del sismo, que se extendió por entre 50 segundos y un minuto, de acuerdo con los registros sismográficos. Esta cifra, aunque no extraordinaria, está por encima de la duración promedio de muchos terremotos percibidos en la región, lo que generó preocupación entre los residentes.
El Servicio Geológico Colombiano, a través de su cuenta oficial en la red X, explicó en detalle los factores que determinaron esta duración inusual. Según la institución, es crucial separar tres aspectos distintos: el tiempo que perciben los seres humanos, la duración del registro instrumental y el tiempo del movimiento de la falla que originó el sismo.
En términos generales, los humanos perciben únicamente la parte más intensa del movimiento. Sin embargo, la duración de esta sensación puede variar según la distancia al hipocentro, el tipo de terreno y la calidad de las construcciones donde se encuentren las personas.
El terreno: un factor clave en la percepción sísmica
Uno de los factores principales que influye en la intensidad y duración de un sismo es el tipo de suelo. Según los expertos del SGC, los suelos más duros y rocosos tienden a atenuar las ondas sísmicas más rápido, lo que significa que el movimiento es menos intenso y dura menos tiempo. Por el contrario, en terrenos blandos o sedimentarios, las ondas viajan con mayor facilidad, amplificando la percepción del temblor.
En Paratebueno, cuya composición geológica presenta zonas de terrenos menos consolidados, el impacto del movimiento fue especialmente notable. Este factor contribuyó a la sensación de que la sacudida duró varios segundos más de lo estimado.
La vigilancia sismológica en Colombia
Colombia es un país con una intensa actividad sísmica, producto de la interacción entre varias placas tectónicas en su subsuelo. Aunque la mayoría de estos movimientos son de baja magnitud y pasan desapercibidos para la población, el Sistema de Monitoreo Sísmico del SGC permite registrar incluso las ondas más imperceptibles gracias a una red de sismógrafos distribuidos estratégicamente por todo el territorio.
Estos dispositivos son clave para analizar la naturaleza de los terremotos y prever posibles riesgos, según explicó el SGC. Además, el monitoreo constante permite determinar con mayor precisión las características de eventos como el ocurrido en Paratebueno, creando una base científica sólida que ayuda a planificar y mitigar sus efectos.
Impacto y lecciones del sismo en Paratebueno
El terremoto de Paratebueno dejó un panorama desolador: viviendas colapsadas, comunidades sin acceso a servicios esenciales y un sentimiento de incertidumbre entre los afectados. Las autoridades locales y nacionales trabajan actualmente en la evaluación de daños y en la coordinación de esfuerzos para la recuperación de la zona.
Este evento ha sido un recordatorio claro de que Colombia, al estar ubicada en una región geográficamente activa, debe estar preparada de forma constante para enfrentar sismos de magnitud similar o superior. Los especialistas del SGC remarcaron que, entre mayor sea la magnitud de un terremoto, más tiempo dura el movimiento, tanto en la fuente como en las áreas circundantes.
Finalmente, la población ha respondido con resiliencia y solidaridad, aunque queda claro que fortalecer la infraestructura sismorresistente y fomentar la educación sobre este tipo de fenómenos serán pasos claves para enfrentar futuros desafíos.