En un acto cargado de simbolismo y justicia histórica, el Gobierno español ha dado un paso significativo en la reparación de las heridas del pasado al devolver siete valiosas pinturas a los descendientes de Pedro Rico, el último alcalde republicano de Madrid. Esta restitución, realizada en el emblemático Museo del Prado, marca un hito en el proceso de recuperación de la memoria histórica española.
Un legado familiar recuperado después de décadas
«Recuperarlos supone un desagravio a la memoria de nuestro abuelo», declaró emocionada Paquita Rico, nieta del político que falleció en el exilio francés en 1957, sin poder regresar jamás a su amada España. El acto, presidido por el ministro de Cultura Ernest Urtasun, representa más que una simple devolución de obras de arte; simboliza la reparación de una injusticia histórica que ha perdurado durante generaciones.
Las obras restituidas comprenden cinco pinturas de Eugenio Lucas Villaamil, una de Eugenio Lucas Vázquez, y otra de Ángel Lizcano, todos ellos destacados artistas españoles de los siglos XIX y XX. Estas piezas son testimonio no solo de su valor artístico, sino también de la turbulenta historia que las ha acompañado desde la Guerra Civil.
El largo camino hacia la justicia histórica
La odisea de estas obras comenzó durante la Guerra Civil, cuando la Junta del Tesoro Artístico (JTA), una institución republicana, las depositó en el Museo del Prado para protegerlas de los estragos del conflicto. Sin embargo, tras la victoria del bando nacionalista, el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN), encargado de devolver las obras a sus legítimos propietarios, falló en su misión en numerosos casos, incluido el de la familia Rico.
La Ley de Memoria Democrática: Catalizador del cambio
La aprobación de la Ley de Memoria Democrática en 2022 por el gobierno de Pedro Sánchez ha sido fundamental para acelerar estos procesos de restitución. Esta legislación ha abierto nuevas vías para la devolución del patrimonio perdido o incautado durante la Guerra Civil (1936-1939) y la posterior dictadura franquista (1939-1975).
El proceso de reclamación, iniciado por la familia Rico en mayo de 2024, ha culminado exitosamente apenas un año después, estableciendo un precedente esperanzador para casos similares.
Un inventario histórico sin precedentes
El Ministerio de Cultura ha realizado un trabajo exhaustivo que ha dado como resultado un inventario histórico publicado en junio de 2024. Este documento, en constante actualización, registra más de 6.000 piezas pendientes de restitución, incluyendo:
- Joyas y piezas de orfebrería
- Vajillas y cerámicas históricas
- Textiles de valor histórico
- Ornamentos litúrgicos
- Obras pictóricas y escultóricas
- Mobiliario de época
El significado más profundo de la restitución
El ministro Urtasun, durante el acto de devolución, subrayó la importancia de esta restitución como parte de un proceso más amplio de reparación histórica. «Esta devolución cuenta una historia de reparación, sin duda tardía», afirmó, destacando el papel fundamental de las familias que han mantenido viva la memoria de sus antepasados y han luchado por la recuperación de su patrimonio.
Un precedente para futuras restituciones
Esta devolución marca un punto de inflexión en la política de restitución de bienes incautados durante uno de los períodos más oscuros de la historia española. Representa no solo la devolución de objetos materiales, sino también un acto de justicia histórica y reconocimiento a las víctimas de la represión franquista y sus descendientes.
La familia Rico, al recuperar estas obras, no solo recibe un fragmento de su historia familiar, sino que también contribuye a establecer un precedente crucial para otras familias que buscan recuperar su patrimonio perdido durante aquellos años turbulentos. Este acto de restitución simboliza un paso más en el largo camino hacia la reconciliación y la reparación histórica en España.